Presencia de delfines en la Bahía de Algeciras

La especie Delphinus delphis está considerada en “peligro crítico de extinción” en Andalucía. En la bahía de Algeciras se localiza de forma permanente, donde se alimenta y reproduce. Durante el periodo de estudio se registraron partos, neonatos y crías en los grupos, observándose que el máximo número estimado de neonatos coincide con los picos de temperatura. Se han identificado las amenazas y evaluado la incidencia del acercamiento de embarcaciones a las manadas. Se aportan datos de distribución de la especie y una cartografía de las zonas con mayor frecuencia de avistamientos y, por tanto, de probabilidad de afectación antropogénica. Se propone un plan de gestión y vigilancia ambiental, la delimitación de una zona de protección, así como un protocolo de aproximación a la especie en el temario de titulaciones náuticas.

Uno de los descriptores biológicos que pueden demostrar que la bahía de Algeciras es un refugio de reproducción para la especie es la presencia de individuos de menor tamaño al lado de adultos o de pares madre-cría. Por otro lado, Whitehead y Mann  sugieren que no todas las crías acompañadas por adultos tienen que tener grado de parentesco madre-cría. Estudios en poblaciones de delfín mular demostraron que es común encontrar crías acompañadas por otras madres o hembras adultas.

El período de gestación para la especie varía entre 9,2 meses y 11,3 meses. Esto sugiere que las crías nacerán y serán criadas durante el periodo más cálido de cada año.

El estrecho de Gibraltar y la bahía de Algeciras son zonas con intenso tráfico marítimo (cargueros y buques de pasaje), siendo considerado el Estrecho como el segundo canal más transitado del mundo. En la bahía se encuentra el puerto de Algeciras, considerado el primero de España. En la zona también se ha de considerar el tráfico de embarcaciones menores, con diversos puertos deportivos con un total de aproximadamente 4.000 embarcaciones recreativas registradas. Además, la actividad pesquera dentro de la bahía se lleva a cabo mayormente por este tipo de embarcaciones (de 5 a 14 metros).

Desde 2013, se viene observando un incremento de las poblaciones de atún rojo (Thunnus thynnus) en la zona. Como ha sido demostrado en otras ocasiones, diferentes especies de túnidos nadan en asociación predatoria-pelágica con delfines. Esta unión temporal conlleva que los delfínidos se expongan a interacciones directas con actividades náuticas y de pesca, ya que los delfines se convierten en la señal a seguir para la localización de atunes. En la modalidad deportiva, para la pesca de atún rojo se usan mayoritariamente dos técnicas: el curricán, que se realiza desde embarcaciones deportivas y consiste en el arrastre de un señuelo de forma que el pez se siente tentado en su captura, y el popping o spinning de superficie que requiere una caña robusta, sedal trenzado y un cebo artificial que flote. El cebo se lanza a los cardúmenes de atún, y el sedal se va recogiendo mediante pequeños tirones para crear un chapoteo que estimula a los túnidos.

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